sábado, 5 de noviembre de 2011

ARTICULO SOBRE CULTURA DE MASAS

Término —como el de imaginario colectivo o industria cultural— tan difundido y aparentemente simple como complejo. Su exacta definición constituye todavía
hoy un problema en el campo de las teorías y prácticas, de los estudios de comunicación y de las estrategias políticas y administrativas. Para captar el sentido de
la cultura de masas es necesario reconstruir la génesis del mismo en los vastos
procesos de industrialización y urbanización de la vida cotidiana. La primera
mitad del siglo XX fue la época de su consolidación estructural, debida al proceso de inclusión de las clases subalternas en la vida pública y la consiguiente
extensión del consumo de información. Algunos leyeron en ese fenómeno el
signo de la progresiva decadencia de la cultura. Otros vieron allí la señal de su
democratización. De un lado se señalan los riesgos de banalización y descualificación de los productos culturales masificados (HORKHEIMER, ADORNO 1947).
Del otro se subraya la función social, el grado de emancipación alcanzado gracias al radio de expansión de su fruición en estratos de población tradicionalmente excluidos (SHILS 1969). Estas tesis opuestas —sintetizadas por UMBERTO
ECO (1964) en su afortunada definición de los «apocalípticos e integrados»—
han caracterizado desde largo tiempo atrás el debate sobre la industria cultural
en su fase de gestación y desarrollo. Pero ya las encontramos y las vemos críticamente interpretadas en las reflexiones ochocentescas de TOCQUEVILLE. Este
autor había descrito con aguda sensibilidad sociológica la integración entre cultura de las clases dominantes y cultura popular en los Estados Unidos del siglo XIX, e incluso proporcionó preciosos elementos de valoración completa del
fenómeno juzgándolo bien como factor de promoción de la igualdad social,
como de causa de envidia generalizada y de amenaza para los vínculos sociales.
Casi todos los estudiosos de la sociedad de masas —si bien con valoraciones diversas— concuerdan en sostener que ésta tiende a hacer desaparecer toda
forma de separación entre alta cultura y baja cultura. Se aducen análisis relacionados con los procesos de socialización. El consumo cultural se distribuye de
acuerdo con una lógica que no siempre responde a la de la estratificación social,
si bien algunas evidencias en sentido opuesto han sido señaladas por el sociólogo PIERRE BOURDIEU (1979), más sensible al dominio económico-político de los
sujetos sociales subalternos. La difusión de la cultura no sigue una estructura
piramidal en la que un vértice restringido elabora gustos y valores que, una vez
consumidos y convertidos en obsoletos, sean hechos suyos por la base (el llamado modelo trickle down), sino que reproduce más bien el modelo de una cultura
mosaico (MOLES 1967) en la que conviven más fuentes y centros de elaboración
cultural, de lo alto hacia lo bajo así como de la base hacia la altura. Hasta tal
punto, que lo alto y lo bajo no constituyen ya entidades opuestas, sino que concurren a la formación de un mismo ambiente cultural, híbrido pero al mismo
tiempo fluido, predispuesto a las reglas generales de la moda y de los lenguajes
del cuerpo: repetición y variación.
En la sociedad de masas el sistema de producción y reproducción de la cultura se organiza de acuerdo con criterios de tipo industrial y como tal se desvincula de las reglas del pasado, pero subyace también a nuevos condicionamientos. Por ejemplo, el artista ya no depende de una corporación como en la época
medieval o de un mecenas como en el Renacimiento, sino directamente de los
vínculos con el mercado artístico. En términos generales los autores se transforman tendencialmente en productores asalariados (proletarización del trabajo
intelectual); los textos se estandarizan y elaboran en formas que aseguren la
máxima difusión (serialidad de los productos de la industria cultural); los destinatarios dedican a los textos el mismo tipo de fruición afectiva y efímera que
dedican a los bienes de consumo y a las modas.
Los conceptos de la cultura como autoridad o como conjunto de valores
arraigados en la tradición popular de una nación tienden a mezclarse en el
carácter dinámico, abierto y relacional de los medios de comunicación que,
cada vez más industrializados, conquistan mercados cada vez más amplios.
Por ello la expresión «comunicación de masas» se utiliza frecuentemente
como sinónimo de «cultura de masas». En estas denominaciones, sin embargo,
se refleja el eco de un prejuicio ideológico. La definición «comunicación de
masas» es utilizada solo aparentemente en sentido descriptivo. De hecho, en el término «masa» hay implícito un juicio de valor negativo que connota al público de los media como entidad informe e indiferenciada. El uso de la expresión
«comunicación de masas» revela la naturaleza de una disciplina nacida bajo la
influencia de tradiciones de pensamiento aristocrático, altoburgués o marxistas: filósofos como JOSÉ ORTEGA Y GASSET (1883-1955) y THEODOR
WIESENGRUND ADORNO (1903-1969).
Según el sociólogo EDGAR MORIN (1962) la comunicación de masas produce en cambio dos procesos que son complementarios e inseparables y que llegan
a su completa madurez en los años treinta del siglo XX, en el apogeo de la industria cultural. Por una parte, la «multiplicación pura y simple», sea de los flujos
informativos como de los destinatarios de los mensajes. Por otra, la vulgarización de sus contenidos, es decir su preventiva «transformación para la multiplicación». Por tanto: simplificación, estilización, actualización y modernización
de los mensajes. La cultura de masas está saturada de estereotipos, de clichés
(MCLUHAN 1970). El estereotipo es un lugar que ofrece arraigo y habitabilidad,
un objeto tranquilizante que funciona como ambiente conectivo de la interacción
social. De hecho la raíz griega stereo que significa «saldo» y«cúbico» es también «espacio tridimensional», y alude propiamente a la dimensión habitativa
que la noción del estereotipo contiene. Las formas expresivas a través de la práctica de la estereotipia exhiben la recurrencia de los lugares frecuentados y frecuentables del imaginario colectivo, recorridos que ayudan a entrar en relación
comunicativa con las cosas y con los otros. Desde este punto de vista, parece
más bien reductivo considerar la aplicación de los estereotipos en los lenguajes
de masas solamente como prueba de su descualificación, de su autorreferencialidad, de su espectacularidad sin contenido real, de su ciega potencia como mistificación y dominación de las consciencias. Mucho más productivo nos parece
poner en evidencia la naturaleza comunicativa y cognitiva de los estereotipos,
como formas acordadas de reconocimiento por parte del público y de interacción
entre texto y destinatario. Y de hecho es precisamente gracias a la fuerza de los
estereotipos usados por la prensa y la televisión como se han hecho posibles a
gran escala operaciones extensas de modernización y socialización que de otro
modo hubieran sido irrealizables. Su sabiduría —por otra parte ampliamente
aprovechada en la comunicación publicitaria— es la de hacer reconocer los
hábitos socio-psicológicos del individuo, sus arquitecturas y mapas mentales y
emotivos.

miércoles, 19 de octubre de 2011

EL BOOM DE LA EVOLUCIÓN...




La sociedad en la que vivimos diariamente en  la cual peleamos, juzgamos y sobre todo nos sentimos inconformes aunque no lo aceptemos  es la sociedad que  nosotros mismos  nos hemos encargado de construir, aunque se tiene que aceptar que ha evolucionado y nos a beneficiado y facilitado la vida, nos hemos enseñado a una vida mucho mas relajada y mediocre que aunque no  nos damos cuenta cambia nuestra manera de actuar frente a la sociedad que hoy en día pide a gritos la participación de cada miembro, para que sea el individuo quien implante normas y crevilidad,pero tristemente y para beneficio de unos poco los que están siempre pendientes de esto son los mas vivos que por medio de su crevilidad hace ver al individuo una seria de matices que pintan para la sociedad.Nos tienen convencidos que lo que vemos cada mañana,tarde y noche en las noticias es del todo verdadero ¿Sera que dicen mas de lo que deberían deberían decir...? Estos medios que aunque nos entretienen nos tienen los ojos vendados por medio  del gusto que muestran tener por el tele-vidente y como no tenlo si es gracias a el,que tienen sus lujosas vidas ,mientras miles de personas buscan ayuda para mejorar su calidad de vida,buscando a estos medios,necesitamos sentido critico para ser capaces de aportar  nuestro grano de arena a esta sociedad que evoluciona sin parar.PIENSA ANALIZA TODOS HACEMOS PARTE DE ESTE GRAN BOOM....

                                                                                                                                                                                                                Por:Laura Pulido

jueves, 13 de octubre de 2011

Beneficios y desventajas de la cultura de masa


La cultura de masas es el desarrollo de un nuevo modelo en el que se refuerzan las diferencias y las desigualdades con estrategias e instrumentos mercadológicos cada vez más elaborados. La cultura de masas pretende incluir los medios de comunicación audiovisuales (radio, cine, tv internet, prensa, y libros (best seller).Umberto Eco dice que el modo de divertirse, de pensar, de imaginar de las clases populares es inducido por los medios y responde a los modos de pensar de la clase dominante. Y en este sentido, los medios proponen situaciones que no tienen ninguna conexión con la realidad de los consumidores. En síntesis, la cultura de masas ofrece expresiones culturales de la burguesía a los sectores populares.La cultura de masas tiene beneficios y debilidades las cuales son:

BENEFICIOS

Homogenización: el gusto de la crítica de la sensibilidad lo que origina que ciertas diferencias de clases sociales se eliminen
Favorece la divulgación de información estimulando la curiosidad de los sectores marginados
El hombre contemporáneo puede acceder a todos los medios de información y comunicación que antes eran de exclusividad de la Elite
Colaboran en la renovación cultural del habla, del lenguaje entre otras

DEBILIDADES

Se dirige a un público muy amplio, y con el objetivo de satisfacer sus expectativas, evita propuestas originales que puedan disgustar a algún sector en particular.
No promueve la sensibilidad o el ‘buen gusto’
No fomenta la reflexión, alimentando emociones superficiales e inmediatas.
Elimina las diferencias la cultura la industria del espectáculo y el entretenimiento.
La clase dominante lo utiliza como vehículo de control social.
Estimula al público a consumir lo que desea o en ocasiones que se pretende que deseen


                                                                                                               POR: Daniela Sorza

viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Cultura de masas?

¿A que se refiere las cultura de masas? Muchos de nosotros no estamos familiarizados con este termino, sin embargo hacemos parte fundamental de él  y sin querer nosotros hacemos uso de él, denominada como una gran ola o una industria cultural, tan  grande como los mismos medios de comunicaciones lo cual vende , información, espectáculo, entretenimiento y cultura. Es decir que esta gran industria es la que nos brinda una forma de ver a los medios de comunicación como una herramienta clave para el consumo de los que lo ven, pero de forma muy neutral y simple.
La cultura de masas tiene el poder de difundir veloz y masivo al público, una de sus ventajas es que: No siempre promueve el conformismo, a veces favorece el cambio, y por supuesto es inevitable no pertenecer , ademas no tendría sentido oponer resistencia. A medida que el mundo moderno pide avance, la cultura de masas lo hace, de forma que ahora el publico es amplio y esta al acceso de todos ya no es importante si tienes dinero o no, ya haces parte de la cultura de masas de forma inconsciente, lo cual favorece a la divulgación de la información a todos los rincones y ademas colabora a la renovación cultural, del habla y de la lengua.
Por ello y mucho mas esto es una tema de todos y es tonto ignorarla, por que desde hace mucho tiempo ya hacemos parte indispensable de la CULTURA DE MASAS



POR: Sandra Cely